Mes: febrero 2015

Unas palabras…


“Para este fin se dio al Hombre el más peligroso de los bienes: el lenguaje, para que dé testimonio de lo que él es. (IV 246)”. Friedrich Hölderlin

I
La Belleza es un destello de la Verdad, y quizás por ello indefinible.
Eco lejano, Paraíso que aún retumba en el alma del viajero.
Sombra mundana, herencia delirante del Caos .
Desde el cual un día surgió el misterio,
de eso que hoy nos atrevemos a llamar: vida.
Buscarla es locura, para un mundo que olvidó su ruta.
Porque atrapados, en este confuso y laberíntico espejismo del mundo
Pareciera que rodamos sin tregua y sin freno, rumbo al abismo.
II
La religión y el arte desafiaron atraparla,
y lograron apenas, rozarla…
Quizás por eso, el verdadero santo se parezca al gran artista:
su legado siempre será, como lluvia anónima en el árido desierto.
Escurridiza presencia que vuela sigilosa
más allá de ese fenómeno captado por la ciencia.
Porque la supera en creces…
Torre de Babel milenaria, te convertiste en el fin.
Escalera infinita, donde subirá siempre la soberbia,
sin jamás llegar a su destino verdadero,
porque este fue desechado hace siglos.
Los réditos de perseguirla, proceden de un tesoro cuyo valor es hoy oprobio y burla.
Para este reinado, de larga y dura noche,
que transcurre entre temblor y esperanza.
Y cuyo rey renunció saltar a las estrellas.
III
Pasajeros somos de un navío, cuyo capitán se extravió hace siglos,
después de surcar los interminables mares de la duda,
pero de espaldas a la Luz.
Quizás él solo se oculte, tras esta espesa y negra bruma que envuelve al cosmos;
y que hoy buscamos en penuria sustituir dentro de nosotros.
Ya que la existencia humana merece soñar en plenitud,
mirando sin temor, la eternidad en todo lo creado.
Saciando así, esa sed originaria, cuyo principio y fin están aquí.
IV
Porque estamos condenados a tirar los dados del tiempo.
Único y frágil – pero a la vez grandioso- patrimonio,
que acompaña a todo aquel , que fue lanzado en medio de la noche,
en este inmenso e interminable océano de la vida.
V
Sueño corto y largo, que aturde y hace olvidar –quizás con razón –
lo fugaz de esta emoción sagrada, llamada “vida humana”.
Su perpetuo fluir…pura ilusión que vuela hacia un cielo que aun calla.
Luz profunda, perfume de extraño consuelo, que brilla en el silencio.
Uniendo como un inmortal hilo, lo santo y profano.
En abierto desafió a esta cárcel sagrada,
donde habita la angustia dolorosa y bella de un ser,
que funde esperanza y locura, ante un cruce de caminos,
sin vuelta atrás…