El Salvador y las elecciones presidenciales del 2014.


Viene las elecciones presidenciales y no pareciera que los candidatos – como casi siempre- , llenan las expectativas de los electores . Estamos frente a la rutina de un peculiar estilo en el ejercicio del poder, que casi podríamos asegurar cae en la circularidad de una ineficiencia histórica. ¿ Y por qué lo afirmo de manera contundente ? Basta con ver el nivel de subdesarrollo , y la raquítica política para enfrentar la violencia. Y por una sencilla razón , esta no es sólo violencia a secas, sino eminentemente ESTRUCTURAL; no terminará nunca a menos que se resuelvan los factores que la determinan. Los cuales , sólo por mencionar uno de los más importantes : la falta de una dimensión humana que promueva un desarrollo bio-psíquico apropiado de manera generacional . Y que de no ser implementada , pasaría a ser la clave para transformar El Salvador en un nuevo campo de batalla , donde la delincuencia ocupe con mayor eficiencia,el liderazgo en el arte de la guerra. Y eventualmente – siguiendo la tradición del poder de la fuerza – , ocupar de hecho o de derecho la máxima magistratura de esta zona territorial del planeta.
No es sorpresa , ver como esto constituye una realidad similar en otras regiones de Latinoamérica…¡¡qué casualidad!! . Será quizás porque la receta con la cual se ha querido gobernar se parece demasiado , y si es así ,habría que deducir qué factores externos e internos se articulan para este efecto.
Vienen las elecciones presidenciales en El Salvador ,y las migraciones son cada vez más numerosas. Por supuesto, es una economía dolarizada, pero que genera pobreza material y cultural . Empujando a nuestros compatriotas a saborear las mieles sabrosas del destierro, dejando todo, para comenzar de cero , y así lograr quizás, redimirse. Esto es violencia estructural, y se ve muy bien para una buena plataforma de «desgobierno», y también como requisito clave para una «nueva guerra».
¿ Por quién votaremos ? Se repite la historia , y el ejercicio del poder parece tener una continuidad maligna , porque los cambios se viene ofreciendo desde hace más de cien años . ¿Serán estos los verdaderos derechos ciudadanos ? ¿ O sólo una escena más en una obra tristemente repetitiva y fracasada , que llamamos República ? Preparémonos para votar…pero ¿ donde está el Espartaco que nos sacará de esta circularidad que trae aún más violencia ?
Violencia dentro de las familias que se han fragmentado ante la partida de sus familiares , por huir de la pobreza . Violencia contra el profesional que huye de su patria ,abandonando los sueños que compró caros ,y que hoy no puede hacer realidad. Violencia en contra del niño o del joven que ya sin techo, lecho y guía , se perderán en medio de la noche de la delincuencia y drogadicción . Por esto, cuando nos acercamos a elegir al máximo representante del país , deberemos reflexionar en función de una realidad que estamos obligados a cambiar entre todos.